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CORAJE, CREATIVIDAD Y
AMOR
Citando el mismo texto,
este libro de cuentos comienza como todas las grandes
historias del mundo: “Había una vez... en un planeta sin
humanos, llamado Zoogea, en que los animales pudieron
desarrollarse sin nada que impidiera su avance
evolutivo, una gatita inquieta, llamada Lucila, cuya
vida cambiará cuando le diagnostiquen Diabetes Mellitus
Tipo 1. Afortunadamente para ella, la rodean sus amigos
María Luisa, Pablo y Vicente quienes son un apoyo
sincero, demostrándole en cada momento a la pequeña gata
el inmenso cariño que los une”.
Este libro, dirigido a
niños y niñas que tienen diabetes tipo uno, está
compuesto de nueve cuentos que relatan los cambios que
ellos mismos pueden haber experimentado desde que les
diagnosticaron esta condición, momento que puede ir
incluso desde el nacimiento. La diabetes mellitus tipo
uno se produce cuando el páncreas deja de fabricar una
hormona llamada insulina la que debe ser administrada de
manera exógena para permitir el desarrollo y bienestar
del paciente. La vida da un giro que afecta a los niños
y a su familia y es necesario el apoyo de un equipo
médico multidisciplinario para poder lograr con éxito
una terapia efectiva.
Los relatos que componen
“Lucila de Zoogea” son cápsulas que tratan distintos
momentos en la vida de su protagonista: el debut;
amistad y colegio; la preocupación de los padres;
alimentación saludable; qué pasa cuando se está enfermo
de un resfrío, por ejemplo; la rebeldía contra esta
condición durante la pubertad o adolescencia; el
deporte; las tecnologías disponibles para el
tratamiento. Al final de cada cuento hay unas breves
recomendaciones hechas por enfermeras y nutricionistas.
Si bien estos textos
tienen un carácter instructivo, se nota que han sido
escritos con oficio y cariño buscando que la lectura
entretenida sea una buena compañía para los pequeños y
sus padres. Cada personaje es un animal, alguno de los
cuales deben ser buscados para aprender cómo son, así
hay un jerbo de orejas largas, una pareja de aguará
guazú, una turona pantinegra o una paloma Lahore. Otro
detalle es que todos ellos tienen nombre de escritoras o
escritores, tal vez sea entretenido buscar a qué
literato corresponde cada uno de ellos.
Todo libro de cuentos
para niños que se precie debe estar ilustrado, y me
parece que son un acierto los dibujos que habitan estas
páginas. De la mano de la joven ilustradora, Musa
Moreno, los animales toman forma y una encantadora
personalidad más humana que los humanos. Es el primer
libro que la joven publica y me parece que ha logrado
con éxito darle forma a la descripción del autor.
“Lucila de Zoogea” es un
libro de bella factura que acompaña, ayuda a
reconocerse, enseña y entretiene. Uno de los mensajes
que envía es que a pesar de las adversidades, si hay
coraje, creatividad y amor, es posible lograr lo que nos
propongamos. Y ahora, tal como aparece en la
contratapa: “Acompañemos a Lucila en este viaje de
cambios, desafíos, imaginación y amistad verdadera”. |
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